Ya bebí de tus labios.
Ya acostumbré a estos versos.
Ya busqué en todos esos cuentos.
Pero todavía sigues aquí.
Ya desgarré tu espalda.
Ya nos perdimos en nuestro mar.
Ya le mentí a mi cabeza.
Ya exilié a mi corazón.
Pero todavía vives aquí.
Ya sentí tus púpilas
Ya abrase tus brazos y encontré solo pedazos.
Es que lo peor de una mujer con el corazón roto es que los desparrama por todos lados.