De pequeña ya
supe que su
silencio se adueñaba
de mis inocentes
palabras,pero
ahora,siendo adulta,
ella con su tiempo
fiel y sincero,
me ha acompañado
y enseñado en esos
momentos,donde
el alma y mi corazón
estaban al acecho
de la debilidad y
del más profundo dolor.
A ella muchos
la odian,porque
sus sombras, hacen
que el espíritu más
vivo,se dé por vencido
y caiga en la muerte,
pero otros la aman
porque ella,con sus
reflexiones,a veces duras,
y también por tener
una inmensa paz y
una pequeña gota
de positividad,algunos
se fortalecen de una
manera poderosa,
que dá esperanza
y lucha a la vida,
aún en las
situaciones más
críticas del vivir.
Ay ay ay, mi soledad,
podría dejarte,pero
dentro de mí,mi
otro yo te necesita
muchísimo,aunque
la otra parte de mi ser,
te odie con o sin motivos,
todo lo que vive y vivirá
dentro de lo más preciado
de mi maravilloso ser,saben
que note pueden perder,
porque has sido mucho
más que una fiel amiga mía.