Un gran jardín olvidado
Yace muriendo en tristeza
Por estar descuidado
Es el jardín escondido
A plena luz del día
Entre enredaderas perdido
En medio del bosque espeso
Resguardado por murallas
De mucha altura y gran peso
Como el corazón del mismo
Con un guardián único
Muy falto de carisma
¡Oh! Guardia desarmado
Que la llave escondida tienes
Dime, la puerta dónde ha quedado
Oculta está entre matorrales
Escondida de la vista
Improbable del alcance de mortales
Dime celador, ¿qué guardas?
¿Quién es tu prisionero?
¿Por qué a tantos espantas?
¿Es la belleza de tu jardín?
¿Tienes miedo de algo?
¿Tal vez que llegue su fin?
¿Qué te ha pasado centinela?
¿Por qué has trancado la puerta?
¿Cuán grande es tu pena?
Tuviste un bello edén
Clausurado en el tiempo
¿Sólo porque no te entienden?
Con preciosas flores
Muchas primaveras vio
Pero perdió sus colores…
Ya pude distraer y espiar
Tu jardín tan guardado,
No puede ni respirar
Con todo lo que he visto
He quedado desconcertado
Y por eso hoy te insisto
Devuélvele la vida ahora
Pues las dos únicas rosas
Pronto se deshojan
Cuéntame que pasó,
Dime que lo sanarás
Dime lo que el tiempo borró…
Y con lágrimas en los ojos
Empiezas a contar tu historia
Cumpliendo así mí antojo
Pues me entero del secreto
Del jardín que vida debía albergar
Pero ahora ya está casi muerto
Dice él en su relato largo
No ser propietario del jardín
Con rostro de gesto amargo
Las dos rosas que allí florecen
La blanca marchita y la negra
Son las que le pertenecen
La de color noche es aquella
Con plateados astros en el centro
Y ponzoñosos espinos de querella
Del jardín la reina proclamada
En su trono como eje de laberinto
Es, de las dos, la más cuidada
Sobre inamovible roca descansa
En una cuna de tierra
Que el sol apenas alcanza
Y en una esquina está la otra
Pálida, marchita y sola
Aquella reposa en sombra
Acurrucada entre enredaderas
Sus pétalos descuidados
Sueñan con verdes praderas
Olvidada espera el día
Que pueda volver a encontrar
La perdida alegría
La rosa que es emperatriz
Representa la soledad
En su oscuro y dulce matiz
La flor que quedó relegada
Representa un gran amor
Que quiere ser olvidada
Rodeadas ahora de tierra,
Hojas secas y suciedad
Ambas a la vida se aferran
Sólo los muros atestiguan,
Todos cubiertos de enredaderas,
Como el tiempo las castiga
Hace tiempo, sigue diciendo
La rosa blanca era la reina
Pero después salió perdiendo
En medio del jardín estaba
Pero no vino sola,
Quien la trajo era su amada
Con sólo entrar a este suelo
Plantó sin saberlo en el trono
La semilla que anhela vuelo
En ese entonces la vida
Rodeaba la roca trono
En felicidad estaba sumida
Pero con la partida del amor
La rosa empezó a morir
Trayendo únicamente dolor
Fue entonces que la negra rosa
Aprovechó para florecer en medio
Relegando del amor la prosa
Más, la flor de la amada
No murió, sino plantó
Semillas por todo lado escondidas
La Soledad reinó incontables noches
Y la Rosa Blanca en semillas durmió
Esperando que retoñe
Próximos los días a otoño están
Con las simientes creciendo,
Para invierno florecerán
La rosa que nace marchita
Crece seca, en sombra y triste
Florece, la pobre, solita
Es culpa de la Soledad
Que consume todo alimento
Sin su hambre tener saciedad
Mató sin querer la vida
Del jardín y su esplendor
Dejando sólo una flor sufrida
Y de aquel que debería cuidar
El corazón también marchitó
Por no poder aprende a amar
Incalculables noches pasaron
A la luz de la Luna
En las que en ella pensó
Que por los bosques paseaba
Con dulzura e inocencia
Sin saber que lo conquistaba
Y al partir ella del bosque
El guardián no pudo decirle
Que vuelva y que lo busque
Esperando, el jardín descuidó
En la puerta aguardando
Pero ella, al parecer, no volvió
Y allí se queda cuidando
La puerta que sólo ella
Será quien la habrá cruzado
Así pues cerró la puerta
Para que nadie más entrare
Por eso la vida yace muerta
El tiempo pasó y con él
Llegaron mil maldiciones
De hambre y mucha sed
El jardín poco a poco murió
El color, el perfume y la gracia
Entre enredaras y sombra enterró
Con esto llegamos al presente
Pues sigue esperando
Con la esperanza persistente
Se decidirá, él la buscará
Por el mundo sin parar
El jardín él abandonará
Y si la encuentra la amará
Al jardín, juntos volverán
Y este de nuevo florecerá
Si no la encuentra más
Recorriendo cualquier camino
Él no volverá jamás
El jardín será olvidado
Junto con los sentimientos
Serán todos marchitados
El bosque lo consumirá
Los muros caerán cerca
En lo más profundo dormirá
Nadie sabrá de su existencia
Sólo la Luna estará al corriente
De los que esconderá la maleza
Es de un jardín la historia
El de los sentimientos
Que quedará en la memoria
Sabiendo del guardián el cuento
Contado al espejo
Ser yo el celador lamento
Es mi historia el relato
Que la cuento a mi mismo
Con el corazón roto