En todo te observo; en todo. Te observo en la fiesta que hace en otoño la brisa. Ah! Tan fiesta humilde que me parecía tu sonrisa. Te observo en el otoño; en su exacto color. Ah! para no ser flor; era tan exacto tu olor. Te observo después de marcharse la aurora, Antes sentía que por ti prolongaba mas su hora. te observo, incluso, en el caos de mi habitación. Te observo en la perfecta belleza morena de mi inspiración. En todo te observo; en todo. Por todo te extraño; por todo. Te extraño porque no se pierden mis dedos Como se perdían navegando por tu pelo. Te extraño porque ya son uno todos mis miedos. Te extraño porque me siento extraño en el cielo Y no me acostumbro al mortal que en tu ausencia, Sin clemencia, se apodero de mi esencia. Te extraño porque no contemplo tu color moreno Antes de dormir; para mas luego soñarlo. Te extraño por que aun no me mata tu veneno. Porque el highway noventa y cinco hay que atarlo, Para medir tu belleza, a un extremo del infinito. Por todo te extraño; por todo. Porque comprendo te perdono; te perdono. Porque solo en el paraíso el mar es de cristal. Porque errar parece ser sinónimo de mortal. Porque le duele mas al hacha que a la palma. Porque no heriste mi espalda sino en tu alma. porque feo es el error, pero bello es mi amor. Porque comprendo te perdono; te perdono amor. Porque todo esto es amor; todo. Circundan los pájaros, despacio, mi espacio; Para contemplar todo esto que voy sintiendo Y que va vistiendo todo mi cuerpo de topacio, Y que va, para nacer, a cada instante muriendo. Y se empeña todo este sentir en hacerme eterno Por con siguiente soy feliz hasta en el averno. Porque todo esto es amor; todo. Que tu nombre no sea blasfemado. Que tu cuerpo no sea profanado. Por a ver sufrido tantos años; Que no ose nadie, en mi nombre, hacerte daño. Decirte adiós no es por rencor…. Es que se pudre la semilla para que nazca la flor. ADIÓS.