Cada mañana enfrento la vida
con una optimista sonrisa,
desaparecen los escollos del camino
si pienso que los voy vencer.
Camino de prisa pero con tiento,
si no lo hago, puedo tropezar y caer,
pero me sobra el tiempo para levantarme
pues tomé el suficiente para avanzar.
Cada día hay un reto que vencer
algo nuevo por qué luchar,
semejantes algunos, pero nunca iguales,
desafiando el valor, la paciencia y el carácter.
A diario hay que medir el tiempo,
fijarse metas a corto plazo,
con férrea voluntad… alcanzarlas
y seguir ampliando el horizonte.
De lo que haga hoy, depende mi futuro
bueno o malo, en mí se reflejará,
el único responsable, por tanto, soy yo;
no mis amigos ni el destino.
Claro que la suerte ayuda un poco…
pero suerte tenemos todos,
sólo tenemos que aprovechar el momento
atesorar la buena racha o todo, como vino… se irá.
Nada es eterno, eso es bien sabido
pero no puedo permitir que sea efímero;
pienso en aquellos que teniendo tanto…
“por su mala cabeza” perdieron todo.
Lo que se va ya no regresa…
ni amor, ni tiempo, ni dinero…
desaparece de nuestras manos como el agua
y nos quedamos mirando sólo arrugas en la piel.
No soy avaro ni egoísta
es sólo que prefiero asegurarme el pan,
con el fruto de mi trabajo,
para el resto de mis días.
Y aunque nada está escrito…
prefiero pensar que voy a vivir cien años,
pensar en el trabajo y sus beneficios…
¡Así muriese mañana!
Delalma
Sábado, 15 de enero de 2011