Desnuda tu alma sin prisas
yo te escucho...hazlo lento.
Saca el dolor de tu pecho
poco a poco...tengo tiempo.
Y cuando dejes vacío el fondo del corazón
llénalo de esperanzas que para eso...
aquí estoy yo.
He llegado sigilosa, con cautela, con amor
con la paciencia del que sabe
que despacio es lo mejor.
Por eso, no te preocupes,
yo me siento en tu sillón
y abrazadita a tu cuerpo
desborda tu corazón.
Limpialo de error y penas,
brúñelo con tesón,
desarraiga las espinas
que dañaron su interior.
Y cuando ya tu decidas
que el pasado ya pasó
empieza a sentir que late
de nuevo tu corazón.
Levántate despacito, sacúdete con pasión,
búscame con la mirada,
pues para amarte...
aquí estoy yo.