Tengo que escribir algo. Y sí, algo haré.
Tengo lapicera y una hoja de papel en blanco,
doblada en la mitad, de puro tacaño que soy.
La televisión calladita y la ventana entreabierta.
Hay un silencio expectante, sólo un mustio rumor
de poesía en sus simientes. Y ya siento protestas
diferentes, las flores que hacen sentir su fragancia,
las aves con sus silbos melodiosos,
primaverales aires que ondean la arboleda,
el día esplendoroso que tiñe de azul el firmamento.
Pero ya he dicho a todos, primero… ELLA.
Y dirán… ¿por qué?, ¿por qué primero ella?
…es que suben las flores en sus ojos
y bajan las estrellas en sus risas,
es que vuelan alondras en su voz de trino
y se callan mis palabras si me mira.
Es que hay lunas que duermen si ella duerme,
en su almohada los sueños se hacen brisa
de otoño, primavera, todo junto y los mares
le musitan a las playas y el riacho piropea a los juncales.
Es que acurruca en su seno el alma mía
y hablan sus latidos al estar junto a mi nombre,
es que siento sus manos de piano y de caricias
que tienen terciopelo jugando al lado mío.
Es que su esencia aroma mis poemas
y en ella conviven la luna, las estrellas,
la noche, el día, las flores, la poesía y todo el universo.
Es que en realidad, ella es mi universo.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.