Mi lloro es un lamento,
mi canto un anhelo,
mi risa un suspiro
y mi vida un vacío.
Soy vasija de porcelana
que guardo en el interior
todos los recuerdos
tanto alegres como tristes.
Voy perforando el barro
queriendo encontrar
algo más duro que mi ser,
busco anhelamente una compañía.
Corro veloz en los pensamientos,
sueño con irreales
y al fin profundizo,
dándome cuenta
de la oscuridad que reina,
de la frialdad de las palabras,
de la falsedad de las miradas,
de lo triste y sola
que me encuentro. M.M.P.