Sin duda el tiempo
este que nos toca,
no es que digamos
un oasis de paz,
la gente que corre
tras de mil quimeras,
y el alma que extraña
lo que deja...atrás.
Pero entre el caos
de este modernismo,
también pasan cosas
dignas de contar,
yo iba apurado
lleno de problemas,
los dos tropezamos
y hubo...de que hablar.
Que torpe, lo siento
no es nada, me dijo,
los dos nos miramos
y vimos a DIOS,
estas son jugadas
que hace la vida,
éramos cual islas
y hoy...somos dos.
Eso nos demuestra
que a pesar de todo,
veremos noches negras
y a la luna alumbrar,
desde dentro aflora
lo humano que somos,
hay una salida
es el verbo...amar.
Nadie que se precie
podrá decir nunca,
que los sentimientos
un día se irán,
mientras haya alguien
leyendo un poema,
volando en su nube
los poetas...vendrán.
Quizá pueda verlo
yo creo en milagros,
el mismo milagro
matará a la ambición,
y viajemos raudos
hacia un horizonte,
tan lindo y sublime
cual puesta...de sol.
Boris Gold