DULCE AMOR, EL DE TUS TIERNAS MANOS
El amor más dulce
brota de tus manos/ manos de panal,
la miel que mitiga
mi amargura larga y mi soledad.
Manos horadadas por el odio humano,
manos traspasadas por los toscos clavos
que en ti sepultaron.
Cuando me sumerjo en honda tristeza,
se llenan mis ojos de dolor y penas,
siento tus caricias aquí en mis mejillas
y una dulce calma que embarga mi alma.
Cuando los problemas asedian mi vida
y quieren hundirme,
hundirme en arenas/ tierra movediza
para destruirme,
en señal de ayuda
siento yo tus manos que me agarran fuerte,
son tus manos santas…
las que me sustentan y han de protegerme.
Por mas que rebusco
entre tanta gente un cariño sano,
nunca a nadie encuentro
comparado a ti y a tus tiernas manos.
Vivo rodeado de la hipocresía y la vil traición,
la gente te quiere
cuando la entretienes como vil bufón;
pero hay momentos en que todo el mundo
te da a ti la espalda,
y allí llegas tú…
y me abrazas lindo/ sosegando mi alma.
Manos de alfarero
que hacen de mi barro/ gran obra de arte,
de buen carpintero
que de mis pedazos/ hacen estandarte.
Manos de doctor
que con tus remedios/ sanas mi tormento,
de buen sembrador
que siembran en mi/ el amor mas tierno.
Son miles las cosas
que puedo decir de tus tiernas manos,
que ellas son sinceras
y me dan a mi/ el mejor cuidado,
que de sus heridas
ellas me iluminan en la oscuridad,
y me inyectan vida
y hacen de mí/ remanso de paz.
Gracias Jesucristo
por darme tus manos y darme calor,
dulces manos tiernas /las de mi maestro,
cubiertas de amor.