Tal vez merezca la dura crueldad del infierno,
La séptima y fría habitación de una prisión,
El cruel castigo de cargar la cruz de mis pecados,
O morir por la barbarie de ser ejecutado.
Pero hoy con miedo no me doy por vencido,
Y tomo la decisión de hacer algo no permitido,
Aquello de luchar por lo que siempre he querido,
Lo no rendido o ofrecido a lo dulce de tu cariño.
Hoy te secuestrare y no pediré nada a cambio,
Te amordazare con la lana mas fina del mundo,
Esculpiré tu cuerpo con mis ojos todo el tiempo,
Que en vez de tener miedo sientas mis te quiero.
A la hora de dormir lo harás en mis brazos,
Te contare las una y mil historias de mi silencio,
Bajo la vigilia de las estrellas en el cielo,
Como testigos de mi confieso de cuanto te quiero.
En este secuestro solo quiero ser sincero,
Si deseo hacerte el amor no es el momento,
Lo que quiero hacerte es parte de mi confieso,
Que entiendas que hoy te tengo que hablarte de ello.
Que nunca supe ser un hombre, ni el valiente del te quiero,
Hasta hoy que encontré esta forma indebida de expresarme,
Que por tu amor yo me arriesgo ante el te amo, en mi libreto,
Hoy te escribo, por POEMAS DEL ALMA lo bello que te siento.
Hoy profundamente de mi alma, te quiero secuestrar,
Ligarme en tus miradas, hasta que te pueda amar,
No importa el castigo que merezca por el secuestro,
Si el mismo es de amor por la mujer a quien yo quiero.