con mis ojos enlazados,
a la luz de tu mirada
veo dos caminos
perder o contener
a quien se ama.
el tiempo es una espada
en tu mano empuñada,
mientras la vida se me pierde
esperando tus palabras.
tu voz tan inocente
se burla de mis ganas
de acabar con la distancia.
tu aliento impertinente
danzante entre tus labios,
probocandole suspiros
a este loco enamorado.
de tu piel indiferente,
a las caricias de mis manos,
reflejan claramente,
el adios al desdichado.