INVITACIÓN
Me dijo que quería comer
y comprendí que era verdad
vi su estómago mover
y oí sus tripas relinchar.
Ella pensaba en comida
y yo ni hambre tenía,
juró sentirse desnutrida
y así continuar, no podía.
Quise convencerla a mi manera
le dije que era cuestión de psicología
que se quedara tranquila y serena
que mañana sería otro día.
Pero fue tanta su insistencia
que tuve que salir a toda prisa
a buscar dinero con urgencia
para así comprarle una pizza.
La lección ya la capté
todo quedó bien aprendido…
cuando la invite a otro café
me aseguro de que haya comido.
Porque con tanto pillaje,
estoy al diablo tentando
gasté el dinero del pasaje
y tuve que irme caminando.
Y ella con su estómago lleno
alegremente se despedía
gracias eres muy bueno
solo escuché que me decía.
esto no me vuelve a ocurrir
me dije para mis adentros
jamás la invitaré a salir
aunque sobren argumentos.
Permítanme amigos que les cuente
pues de la risa casi me desternillo
al llegar a casa, hallé un billete,
que ella con disimulo, dejó en mi bolsillo.
*****
RUPTURA
Que ironías de la vida
que dolor, que decepción
la que era mi elegida
ayer me dio chicharrón.
En ella puse mi empeño
y puse toda mi fe
y ahora en fiero desdeño
me dio matica de café.
Le declamé mis poemas,
le canté mi serenata
y ahora viene, que pena
¡ Y que cortarme las patas !
De manera especial
todo marchaba muy bien
y ahora me metió el puñal
y se embarcó en otro tren.
Me dijo llena de ternura
con aires un tanto extraño
prepárate para la ruptura
porque hemos terminado.
Me dejó los sinsabores
metidos en una mochila
donde gotean dolores
cuando todo se termina.
Piérdete de mi vista
me dijo mal humorada,
quise pasar revista
pero no me sirvió de nada.
Uno mas que termina,
no hay remedio, que pesar,
cuando el amor no germina
hay que volverlo a sembrar.
Espero que haya acertado
en su elección a conciencia,
y que el haberme descartado
le mejore su existencia.
Ayer me diste chicharrón
Con maticas de café
Dejándome el corazón
Casi volteado al revés.
Adiós palomita blanca
celebra con luces de bengala,
que si me cortaste las patas
aún me quedan mis alas.
Y cuando ya me retiraba
cargando mi desconsuelo,
no te vayas, me gritaba
Fue producto de los celos.
Vamos a seguir bien juntos
olvida el desaguisado,
y yo amigo le pregunto
¿ A usted, no le ha pasado?
***