Ya esta el cerezo florido
y el almendro blanqueado
lleva la abeja dorada
polen para su colmena.
Bonito son los parajes
donde al pisar, la hierba espesa
¡deprisa¡ que se divisa,
el hilo de la ribera.
Esta en mis pensamientos
¡amarrado¡
el recuerdo del camino
que hasta el mismo molino llegaba
donde ¡mi padre¡
molía, trigo , avena, cebada.
Dentro, en un muro ennegrecido
el aire agita las llamas
la gruesa puerta cerrada
y el rostro del padre mio.
Verle ya ¡es la poesía¡
jardinero, agricultor
eco de voz lejana
llanto de ruiseñor.
Mas abajo suena el río
el cielo es azul vacío
es la vida fugaz
el gorrión solitario
el pez, que nadie ha pescado.
Ya en el camino, amanece
corre el aire, devorando matorrales
son las primeras rosas de la huerta
¿habrán llegado ya las cigüeñas?
¿quedan violetas?