He podido disfrutar
de un patio maravilloso
y allí me puse a observar
árboles altos, vistosos,
que dan sombra a ese lugar
donde las plantas pequeñas
se pueden bien conservar
por la humedad, que se empeña
en cuidar ese jardín
para que las malanguitas,
creciendo, no tengan fin
y todas luzcan bonitas.
También una fuente adorna,
de un modo muy singular,
el espacio que conforma
ese entorno peculiar,
y su agua cristalina,
va cayendo en la poceta,
viéndose clara, ¡divina!,
cuando se mantiene quieta,
adornando así la fuente
para que los pecesitos,
de colores diferentes,
naden siempre rapidito.
Hay una jaula rodeando
un árbol, alto, frondoso
y las aves van cantando,
sus cantos maravillosos
para alegrar el jardín
paradisíaco, ¡tan bello!,
donde se hace el festín
con el sol y su destello.
Este es el patio especial
que espera siempre por ti,
en la Sociedad Cultural
de nuestro José Martí.
Vero
29.11.10