petrovsky

HORAS DE AMOR

¿Te acuerdas? Quise con impulso aleve,

Sobre tu pecho colocar mi oído

Y escuchar el dulcísimo latido

Con que tu blando corazón se mueve.

 

Prendí en mis brazos tu cintura breve

Hundí mi rostro en el caliente nido

De tu seno, que es mármol encendido,

Carne de flores y abrasada nieve.

 

¡Con que prisa y que fuerza palpitaba

Tu enamorado corazón! Pugnaba

Tu talle en tanto; más con ansia loca,

Bajo la nieve el corazón latía,

Y en su gallarda rebelión quería

Saltar del pecho por besar mi boca.