DONDE fueron las LÁGRIMAS derramadas AYER:
Que confirmaron con un beso en los labios resecos del tiempo, la pena sentida del alma por los pecados de la piel en los espacios habidos del desamor vivido tantas veces en silencio, que no les veo, surtir el efecto prometido al amanecer de despertar en tus anhelados brazos...,
Arrodillados los dos ante un altar de Dios, cuando nerviosamente besaste mis manos efusivamente, llevándolas entre las tuyas lentamente hasta tu pecho, para que sintiera el latir arrepentido de tu corazón, para intentar cambiar una historia escrita por destino marcado, mirándome fijamente a los ojos, para que por dulce amor, creyera nuevamente en ti, renaciendo la flor de la vida en mi desangrado corazón...,
Amada mía, notando nuestra olvidada presencia, frente a frente, que mas mal, hicieron muy bien, canalizando todo un sufrir llevado profundamente en soledad, abandonadamente triste en las tinieblas de las noches de ausencia, sin tener nunca, ninguna orientación sincera por tus ojos hermosos glaucos.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 18012011 10:30 PM.