"Nuestra historia después de terminarla/ me ha provocado escribirla./ Triste tal vez por recordarla,/ nunca arrepentido de vivirla"
De repente pareció
que entre tú y yo
el tiempo no había pasado
y que no llegó el olvido,
que yo nunca había salido
ni por asomo de tu lado.
Y ya no me oliste
a esas cosas tristes
que tenían olor de ausencia
y de nuevo como nadie,
sentí que impregnabas el aire
con los sudores benditos de tu esencia.
Era como si de pronto,
ya no me sintiera un tonto
por estarte recordando;
que mis alegrías y mis penas
y las letras que escribí en la arena
los mares de tu cuerpo los estaban llevando.
Fue como si el tiempo parara
y volviera a ver en tu cara
amores desplegados en mil reflejos,
como si viviera de nuevo el día
cuando tan feliz yo te veía
abrazada a mí en todos los espejos.
Como si otra vez en mi memoria
se repitiera la historia
de los dos que hoy yace trunca
y que por cosas de Dios
se borrara de nuestros labios la palabra adiós
y de nuestra mente la palabra nunca.
Hoy sé que nada es igual
y que hace tiempo tuvo final
el amor que un día nos juramos.
Y aunque tenemos caminos diferentes,
hoy me pareció ver en mi mente
que por la misma senda vamos.
Como dicen, fueron vapores de mi fantasía
los que hicieron que en este día
yo de nuevo te sintiera.
Bendigo entonces este encuentro
que hizo que lo que llevo por dentro
se me notara por fuera.