A la mujer viajera que se llevó el camino….
Yo me voy por donde vienes,
regreso por donde te vas,
tú vas por donde yo vengo,
y andamos los dos igual…
miósperi
No es fácil regresar,
lo se…
Los caminos mudados por el viento,
mustio el vergel de la memoria ausente,
y este volver despacio por la senda umbría…
¿Cuándo, dime, inicié este viaje,
Desnudo de carnes y de huesos?
¿fui mineral?,
¿avalancha quizás?,
¿roca?
guijarro?
¿Fui silbato del viento en la hondonada?
¿Quién armó mi equipaje?
¿Quién puso estos pañuelos para el llanto,
Esta guitarra vieja, y estos grillos…?
Ahora me busco en los espejos rotos,
me devoro…,
me trago el amasijo de mis huesos ,
reposado en tus carnes ,
dudosamente voluptuosas,
dudosamente bellas…(*)
¿recuerdas el primer equinoccio?,
¿lo recuerdas?
Me enseñaste a soñar,
y en el candor de un susurro denso,
me deletreaste el mundo,
sin curas,
sin banqueros,
sin lagañas de odio,
ni tormentas…
Te había presentido en tu primera aurora,
fuiste el pleamar de mis mejores sueños,
pero te fuiste un día,
cuando juntos remontamos
el ecuador del viaje…
Y me dejaste la alberca de tu llanto
y de mi llanto…,
y el cielo sin luceros,
mustio el vergel de la memoria ausente…
Me quedo estos caminos mudados por el viento,
me los quedo…,
me quedo este pañuelo para el llanto,
y estos grillos.
Regreso…
soy el silbato del viento en la hondonada,
desnudo de carnes y de huesos.
soy…!
(*) Para el Poeta la Belleza trasciende y es eterna. En la carne la Belleza es transitoria, se corrompe y pierde sus encantos.