¿Estás mirando la luna
Desde el jardín de tu casa?
Yo estoy mirando la luna
a través de mi ventana.
Esa luna es casi un Dios,
entronizada en el cielo.
Esa luna es la que espero
para olvidar un adiós.
Y es que de tanto mirarla
se me achica y se me escapa
y, de nuevo, se me agranda…
¡Luna loca! ¡Luna amada!
No has olvidado tu cita.
Son las dos de la mañana
y a través de mi ventana
te estoy comentando mis cuitas.
Hoy he vivido momentos,
fugitivos del pasado,
que en mi alma han despertado
con la fuerza del silencio.
Y he recorrido lugares
que marcaron nuestras vidas
y, al hacerse tan reales,
me han arrancado unas lágrimas.
Pero esta noche de espera
mi llanto no está en el cielo.
Mis lágrimas son luceros
y tus sonrisas… estrellas.