Ya la noche se agotaba,
en el mar la espuma se asoma,
sobre los pechos de la dama
la boca de su amante la secaba.
La bruma del amanecer,
cubre el camino, tontamente, perdidos,
iluminados, soñando rosas
e inventando estrellas,
olas del mar ha bañado su cuerpo
ella en una plena entrega conquistante al hombre,
él como verdugo sobre su cuerpo,
colmado de deseos,
un orgasmo de sentimiento
los transporta a otro tiempo.
dos cuerpos a la orilla del mar,
los baña el sol de la mañana.
Dormidos ya se encuentran
el amor, la pasión
y locura extasiada.