Es la noche que te trae serena
supirando hasta mis orillas,
es tu perfume que me alcanza
y me abre ganas a luna llena,
es tu cuerpo celeste el que vuela
y llega entre mil sombras;
entonces quédate plena,
no te vayas,
no me abandones a la nada,
burlemos suavemente a la incoherencia.
¿Quien se anima a huir de tus ojos canelas
y de tu piel tan tersa y tierna?
Tus besos me saben a voces incompletas
diciéndome entre dientes sin tus labios de seda
que me quieres bajo la enagua temblar
en los espasmos de mil sueños tuertos
que a toda distancia superan.
Hacia ti me dirijo silueta
tu eres como esos paisajes de amor y mar
que no se olvidan jamás.