“Cuando estás en la calle
es cuando te das cuenta de que
todo tiene dueño
y de que hay cerrojos en todo”
Charles Bukowski
Si caminase otra vez la sangre-
luego de que este somnoliento corazón
tuviese ganas, quizá algún día, de volver a respirar-
dolerían sus pasos por esta broma eterna,
gritaría la aorta sus desgracias sin desprecio.
Reclamaría la rima su ruina,
la vulgar pasada de tragos de antier o de mañana
y los besos de juglares llorarán perdidos
entre estos caminos sin oídos,
en estas bocas sin escucha.
Al alba, siempre al alba,
un tratado de avaricia te quitará de mis manos,
donde nunca te he encontrado,
y el ron que eyaculó cualquier cantina
será una mancha en la vecina duda, vecina de la calma.