Mi corazón fue el cántaro que tu amor conservó
como si fueras el agua que apaciguaba mi sed
y estabas en él, fresco, diáfano y lleno de quietud,
reposando en su vientre, con aroma primaveral
con pureza guardada en horas de emoción.
De pronto con tu ausencia el cántaro se rompió
y todo lo que ahí tenía para ti, por el suelo se esparció.
Hoy solo quedan pedazos de ese corazón
que guardó con frescura de tierra todo ese amor.
y el agua símbolo de mi pasión, se volvieron lágrimas amargas
que al cántaro rompió.