ELPRINCIPIANTE

DANZA DE OTOÑO -la naturaleza danza en un vals de alegria

 

Entre los bosques de plata danzan grillos,

en la penumbra dan saltos incendiarios,

de música pululan el espacio,

titilan, intermitentes en un canto.

 

Las hojas caen del otoño temblorosas,

hiriendo los albores con su piel de alegría,

conmocionando el éter descienden sobre praderas,

con leves movimientos se balancean.

 

Así flechan los rayos a la atmósfera,

inquietos alardean girando en círculos,

en espejos de agua se reflejan,

devolviéndole a las nubes su tierno hechizo.

 

Estrellas que tiritan en la noche,

y adornan el cielo con su brillo,

asemejando luciérnagas distantes,

que tiemblan porque no llevan abrigos.

 

Parpadear de ojos, pestañear inquieto…

la vista que  agujerea senderos,

la mente va trazando un nuevo mundo,

tejiendo con su mano los segundos.

 

Fragancias de mañana, perfume y viento…

el alma se estremece en cada verso,

tiembla la pluma, el ápice de acero/

la tinta que se desangra en el lienzo.

 

Fonemas, oraciones, frases nuevas…

la voz sale del pecho estrepitosa,

voz que titila, audible melodía/

que llena en ecos el tiempo con sus notas.

 

Todo tiembla, y baila en el vacío…

la edad, los años, la vejez, las cosas/

almanaque de sueños e ilusiones/

transitar de eras con sus horas.

Y allá en la línea que divide el tiempo…

tiritan y titilan lucecitas curiosas,

anhelan abrazarse a nuestra vida,

y hacernos el bailar eternamente

el vals de la alegría de su mano,

en cielos de colores y  de rosas.