Leom Kolmnela

AMOR DE HORAS TRISTES


En alguna hora triste de amargura y presagio,

mientras veas mi sombra, que sin querer se te acerca,

preguntaras sorprendida, de vuelta quien me trajo,

y al escuchar mi respuesta, sabrás que fuiste necia.

 

Pero queriéndote mucho seguro te perdono.

Así te besaré dulcemente y con calma.

Cómo no hacerlo si tu fuiste mi tesoro,

cómo no hacerlo, si eres el amor de mi alma.

 

Perderé un día, o quizás un siglo entero,

y tu capricho de verme, nunca vas a vencer.

Mientras, pasaré por un insignificante trayecto,

y te observaré seguro, pero tú no me podrás ver.

 

No es por el amor que todo ahora es más bello,

el día y la noche, los momentos, las horas.

Es por algo entre los dos, que irradia el destello,

de verte silenciosa,y siempre que lloras.

 

Es, pues tu hora triste, la hora de la falta,

es el momento de gracia, y de nuestra lejanía.

Tú lloras viendo tus manos, abriendo esta carta,

que esta llena de letras, pero la vez, vacía.

 

Lo que llena la carta, es un simple desecho.

Pues si estuviéramos juntos, ¿la carta que diría?

En el sitio de las letras, yo pondría a mi pecho,

y tú no podías creer, lo que se aparecía.

 

En alguna hora triste de presagio y amargura,

malgasto el sentimiento, sintiéndome peor.

Pues la tristeza en silencio, es solo una tortura,

que te hiere a ti, y también al amor.

 

 

LEOM KOLMNELA