Alejandro José Diaz Valero

La fábula y yo


La fábula me habló muy elegante

y me dijo muy  enfática:

escríbeme de manera didáctica

además de moralizante…

Que nadie quede expectante

después de haberme leído

para que todo lo aprendido

le sea de gran provecho

y le dije: Delo por hecho

cumpliré lo prometido.

 

Por eso soy fabulista

y fabulo de vez en cuando

por eso vivo pensando

hasta que el tiempo me asista…

Y cuando ya no resista

y no pueda seguir escribiendo

alguien estará leyendo

todas mis fábulas escritas

pues de manera infinita

les seguirán instruyendo.

 *****

 

LA COZ (FÁBULA)

Un señor en el establo
lavando su animal se dobló
entonces el inquieto caballo
le asestó tremenda coz.

El hombre se enfureció
como cualquiera de nosotros
entonces fue y vendió
a su inquieto y negro potro.

Fue y compró un potro blanco
y lo llevó también a su establo
ya sabrán  el final del relato
lo que en verso aquí les hablo.

Una de las veces tantas
que en el establo lo bañó
el caballo de crines blancas
también le metió una coz.

Un mensaje claro y sin enredo
este relato hoy nos dejó,
que sea el potro blanco o negro
Igual te asesta una coz.

 

Moraleja:

Cuantos de nosotros hacemos cambios tan absurdos, intentados con ellos cambiar nuestro mundo.

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 PROCESO JUDICIAL (FÁBULA)

Déjenme señores que les cuente
la historia de un peligroso bribón
que esperando su pena de muerte
pasó diez meses en prisión.
Con descaro y sin preocupación
aquel indeseable delincuente
confundido entre la gente 
gritaba a todo pulmón
con rabia y desfachatez:
yo si sirvo para Juez
y a las prueba me remito...
Por mi historial de asaltante
doy pena de muerte al instante
cuando cometo un delito
por eso digo y repito
aunque locura parece
Pues lo digo con razón
 no necesito diez meses
Para tomar la decisión.

 

Moraleja:

Los procesos judiciales
se dilatan tanto en el tiempo,
que hasta los propios criminales
se ríen del procedimiento.

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