Te sentí tan mío...tan ajeno,
te sentí tan ausente...tan lejano...
igual al sueño, que se pierde en el abismo
y, a las manos, que se alzan hasta el cielo...
Te sentí tan mío...tan ajeno,
cuando al oído, me susurrabas
tus embelesos,
llenándome de besos.
Te sentí tan mío,cuando recordé
qué,de tus ojos caían
cómo gotas de rocío, tus lágrimas...
empapando la funda de mi almohada.
Eran lágrimas serenas,
que salían de tu alma enamorada.
¡Te sentí tan mío...tan lejano,
cuando no te percibí por mi campiña,
cuando no pronunciaste la palabra...niña,
¡cómo solías llamarme, con cariño!
¡Te sentí tan mío y tan ausente...
cuando retozaba el viento con la brisa
y tú me envolvías en caricias!
Caricias, que se encuentran adormecidas,
porque quizás, tus manos, estén entumecidas,
de esperar que despunte el alba, un nuevo día,
para volver a mis brazos, vida mía...
Cargado de astromelias y de dalias,
de blancas margaritas,
de bellas orquídeas
y perfumadas violetas.
¡Vendrás a despertar mi vida,
que hace tiempo,está dormida!
Felina
TE SENTÍ TAN MÍO, TAN AJENO