Me gustaría sentirme querido
En todas mis extensiones,
Mis hermanos y mi Madre,
Mis hijos nietos y mi mujer…
Pero me siento perdido,
Locuras que siente mi ser,
En verdad intento ser sensato,
Ni el demonio, me puede ver…
Que mal he hecho a los míos,
A mi hermana Paquita,
Que odia el calor de mis nidos,
Pensamientos de viruta…
¡Océanos de posesión maldita!
Por querer más en su última cita,
Testamentos que azotan su garita
Y cree tener la razón, que suscita…
Nadie sabe el dolor, de mis sienes,
Cuando discuto con mis hermanos
Aunque de siete una vive sesiones,
Que atormentan, mis sufrimientos…
Que vida Dios mío, aunque se lo des todo,
No vivirá nunca contenta mi Paquita,
Ya que sus depresiones, tocan el fondo
De un mar con aguas, muy turbias…
Yo solo pido descaso y no lo consigo
Cuando hablas con ella, pide su aumento
En un final que jamás quisiera vivirlo,
La muerte de mi Madre y su testamento…
Quisiera morir antes que mi Madre,
Para no ver ni llorar su trágico luto,
Un adiós lleno de dolor insoportable
¡Madre, no te vayas antes que tu modesto!
¡Aunque la muerte de un hijo duele mil veces más que la una Madre, yo prefiero morir antes Mamá, para no ver tu testamento y su detalle!
Modesto Ruiz Martínez / viernes, 21 de enero de 2011