Un papel tengo en la mano
No deja ver nada extraño
Tan solo es el primer estrato
El inicio de cualquier relato
Un infinito dentro de una hoja
Una puerta hacia cualquier estrofa
Materializando lo que la mente guarda
Cualquier historia que en salir no tarda
Con la nitidez del mejor espejo
Muestra del pensar, el reflejo
Dejándolo fluir como un río
En la pureza de su albo vacío
Con libertad para crear los diseños
De aquello que hemos visto en sueños
En su nada no existen arquetipos
Un horizonte que no tiene hitos
Algo que podemos reclamar como nuestro
Algo que se salió de nuestro propio universo
La oportunidad de una textura virgen
Que busca en nosotros, el darle su origen
Un fragmento de nuestro saber
Una extensión de nuestro ser
Que en el mundo ha de permanecer
Cuando al cuerpo le toque perecer
Instrumento que al alma desnuda
Que despoja al ser de cualquier duda
Que al verlo fijo a la imaginación seduce
Y el silencio del querer de a poco deduce
El albor de nuestra propia verdad
El camino hacia nuestra identidad
Haciéndonos comprender nuestra existencia
Y dejándonos conocer a nuestra esencia
Reflejando lo que no se puede ver
Lo que se oculta bajo la piel
Es casi imposible de entender
El vacío de una hoja de papel.
Andrés Ruiz