Las hora más temida: la luz que no me alumbra, el ruido de la calle que calla mis palabras, la tempestad del viento que oculta mis sentimientos. Los días son tan cortos y tan largos y mi corazón muere a tu lado.
Las estrellas y los planetas quedan locos por tu belleza. La noche es tan fría pero tú, amor, la vuelves cálida con los recuerdos.
Me enamore de la mujer de la que todos se enamoran, cuya belleza es indescifrable, y tu corazón es tan hermoso que se va y vuelve al mundo repleto de esperanza.
Tus ideas son distintas al resto de la gente, tu alegría me hace sonreír en la hora más triste, la más oscura, la más temida. Que suerte fue la mía al encontrarte, y aunque no sea el hombre que tu quisieras que fuera, doy gracias al Señor, por darme la dicha de por lo menos mirarte.