boris gold

Y UN DÍA...SE FUE

Hoy a estas alturas

de este tiempo mío,

yo quiero rendirle

mi postrer adiós,

a esa que antaño

supo ser compinche,

y todo sonreía

entre...nosotros dos.

 

La magia surgía

a cada momento,

no había imposibles

todo era querer,

teníamos de aliados

a la vieja luna,

y la vida en un puño

¿me quieres...creer?.

 

Los problemas ausentes

en cuanto al futuro,

solo el presente

ocupaba su lugar,

si estábamos juntos

todo era posible,

la consigna era una

reír...y gozar.

 

Pero esa historia

se murió de a poco,

y un día cualquiera

ni me saludó,

se fue de repente

y no me di cuenta,

el guión gastado

y todo...acabó.

 

Después lo de siempre

llorar lo pasado,

nadie a quién pedirle

una explicación,

por desgracia pasa

que la fiesta acaba,

y mis años mozos

caídos...en acción.

 

Y  así son las cosas

no vale quejarse,

lo inservible ahora

ayer fue virtud,

le rezo un responso

a la gran ausente,

hasta nunca verte

adiós...juventud.

 

Boris Gold