Sonrisas marchitas,
deshojándose en otoño
corazón roto, escondido
tras un moño.
Ojos inundados de penas
y lágrimas muertas,
que rompen mis sentidos
envuelven este frio
que corre
por mi cuerpo.
Duras han sido las horas,
miradas por el espejo,
sólo, enterrado bajo tierra
te espero
ya parezco viejo.
Mi corazón boca abajo,
labios pidiendo ayuda,
pero nadie lo escucha
el eco responde
sus gritos
Yo esperando tu regreso,
en este frio inmenso,
esperando un destello,
que vuelvas
a renacer.
Pido a Dios que no marchite
mi amor tu ausencia,
que mis noches sean
de luna llena, aunque
no estés
a mi lado.
Supe darte lo que fui.
eso es suficiente para
que él no mate mi querer.