Cuando el mar está tranquilo
las estrellas se reflejan
en tus ojos de cristal
en rodillas escucho como me arrastra
la humedad de tus profundidades
crece el rio salvaje
que moja el espacio
devorando todo a su paso
desnuda te escondes bajo mi piel
alzo mi voz aclamando
porque este maldito amor
se incrementa al paso
de la caída de las hojas
en una tarde de otoño
se mantiene en el frio
que quema durante el invierno
e intensifica en un verano
para arder en tus entrañas
el estigma de tu inocencia
seduce la olas del mar de fuego
la sed por devorarte sin piedad
me baña insaciablemente
bajo tus aguas saladas,
manantial fuente de la vida
que nacen en las oscuras
esencias de tu pudor y sudor
tu boca inundada de una libido
que fluye en llamaradas ardientes
quema mis labios
quema mi piel
hasta llevarme a un viaje
con un solo destino
tu cielo ...
aj