Sola esta la luna como lo estoy yo,
He perdido la fortuna del corazón
Por eso estoy solo y sin ilusión,
No tengo maldad pero y si perdón…
Nocturno soy por excelencia
Por mi vida y mi profesión,
Me reflejo en la experiencia,
Aunque he perdido visión…
Pero hay dolores sumergidos
Que dañan mi desilusión,
La incomprensión de hermanos,
Me duele y me deja sin pasión…
Por las heridas que me he dejado
En cárceles humanas sin prisión,
Deudas de sentimiento alejado,
Por avaricias sin ninguna concesión…
Mi hijo y yo vivimos enfermos de por vida,
Nadie puede curar el dolor de nuestra herida,
Y aun así me maltratan los rencores de avaricia,
De una hermana que no entiende su cometida…
¡En los días de vida que me queden en la tierra, quisiera vivir tranquilo y no me dejan las divergencias de mi familia!
Modesto Ruiz Martínez / sábado, 22 de enero de 2011