en antaño,
quería dorar los recuerdos,
con unas canciones,
pero me fue imposible,
porque inefable perduraba
el crepúsculo
que contemplabamos aquellos días
en que el amor era pueril;
ahora que ha pasado el tiempo,
mis versos en su
vaga labor,
quiere volar infatigable,
como alcatrazes
que se pierden en el terso cielo
de tu paraíso lacustre.