Intacta coloración muerde la tarde
quizás al cielo se le escapo el color.
Gris de nostalgia con oscuros recuerdos
cortando sombras, ocultando nombres
semejando un libro leído y luego olvidado
con páginas quedas de llagas insomnes.
Y el tiempo raído masticando la espera
del signo macilento drogado de noche…
que ve nacer gigantesca la negra belleza
como una garganta llena de distancias
con permuta de vientos en los párpados
soplando los ecos de sueños e infancias
Así retumba en mi casa, la cercana partida
cual risa en el atrio que hostiga la herida
bajo el yelmo de siempre que ocultó tantas veces
un estruendo vacío de amarga perfidia
Tengo la confusión a la intemperie
de tu cielo y el mío que se revienta
sobre mi cuerpo-mantra dilatado en recuerdos
consciente que todo lo que empieza acaba
pues tu amor no fue para toda la vida
Respiro tristezas, como un fatalismo
perdido en la historia -quién sabe en qué parte-
gritando el clamor de aquel que se marcha
del nido que un día se pensó eterno
Porque todo es simple y a la par señero
Cuando el amor se apaga
o se consume
busca la razón en esotéricas rutas
de preguntas vibrando en la mística llama
viendo el calor de su luz en lontananza
con las manos vacías y la clava en el alma
…Aquellas que presenciaron tu nacimiento
a ambos lados de un mismo mundo
y hoy dejan de crecer junto a los sueños
pagando con ello una cuota de dolor
y calculando el valor de las lágrimas
donde todo sucumbe y se acaba
Te lo digo así, porque sé que entenderás:
Tu amor fue tierra movediza echada en los hombros
con la mirada reverente en fechas perdidas
y frases…, como verdades desnudas
vestidas con ropas ajenas sobre escombros
cargando un puñado de días.
Así fue nuestra historia…
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