Se me está yendo la vida
esperando tus abrazos...
se me está yendo la vida,
la vida se me va,
esperando ese beso
que mi ilusión provoca,
que se pose en mi boca
con delirio de amar.
Se marchita mi cuerpo
como las margaritas
que deshojadas caen
cansadas de esperar,
que llegue el jardinero
al álgido invernadero
y con sus manos de estío
las quiera acariciar.
Los frutos de mi huerto
son áridos y secos,
los árboles sin savia
sepultan su follaje,
así quiero mis penas
amargas, sepultar
y descansar en un lecho
con flores en mi pecho,
con la mirada mustia
gastada de llorar.
Ya no tengo sosiego,
la respiración es lenta,
mis pasos no me ayudan
para poderte hallar...
Te he buscado con ansias
como se busca un niño
que se pierde en las calles
de la gran ciudad.
Mis labios se sellaron,
no musitarán tu nombre,
mis manos temblorosas
ya no te acariciarán.
Mi frente tiene marcas
que los años tatuaron
y en mi rostro se aposenta
la llamada soledad.
Mil otoños en mi vida
sus nostalgias me dejaron,
el tiempo en suspenso
ya no marcará mi edad
y un invierno corrosivo
oxidará mi osamenta
y una tristeza perenne...
me habrá de sepultar.
Felina