Antonia Ceada Acevedo

Mi barca varada

Navego en los recuerdos de tus labios,

perdida en el océano de esas caricias que no fueron:

 y no están  los  cielos  azules

que nacían  de la inspiración  al mirar tus ojos

de escenarios.

Ya no hay mareas  pobres y mendigas

en  mi futuro  mitad de vida;

heridas guardadas en silencio

En las tardes, a eso de las siete…

Cuanta  ausencia de sonrisas,

Cuantas sonrisas  ausentes

repudiaste  por miedo a quererme.

Y  que poco te duele

las  flores de aquel jardín  sin manos que tocar,

Y  en ese cuento  de ensueños

mi barca, varada  otra vez, con las gaviotas.

¿Donde esa brisa?

¿Dónde  el aroma de bajamar?

¿Dónde se esconde el sol

de mis días?

Y mi barca, otra vez varada  junto a las gaviotas.

 

Antonia Ceada Acevedo ©