Es tan alegre como un mediodía soleado
viendo los pájaros revolotear en el aire,
ese sol que ilumina su casa
rodeada de flores suspira
y empieza sus labores diarias
Sus anteojos como dos gotas de agua gigantes
dan soporte a lo que ellos alguna vez vieron
los arboles, la “estancia”, el “bohío”
y dos de sus tantos nietos
Nunca se ha quejado
de sus labios no se oye un lamento,
solo risas, carcajadas y aleluyas
y en las noches ruegos al cielo
Es viuda hace unos 16 años
y no quiso un compañero más, sola la vida a sobrellevado
en sus arrugas se ha de notar
Una abuela orgullosa tengo,
en esta finca en medio de “Cocorná”,
no pide que traigan regalos,
no pide deseos a las hadas,
solo quiere vivir a nuestro lado, mirando siempre su hogar
El tiempo la ha alejado muchas veces
y a fuerzas le ha tocado cambiar,
el hijo prodigo regresa y con ella comparte hoy
si se va nuevamente
su corazón marchito no se detendrá, solo es otro comienzo
y un lamento para ese tierno baúl