Rangel Cruz

Crónicas de un alcohólico anónimo

Recuerdo que el alcohol inicio como un juego

En mi vida,

Pero no recuerdo el momento exacto

En que mi vida se convirtió en juego

Tan solo por una bebida.

 

Solo sé que después de eso

Me volví un inconsciente,

Pero, tal vez, soy el único inocente en ésta historia.

Pues nunca viene a mi memoria

Haber querido ser un alcohólico.

 

Y  por el egoísmo que el alcohol me regaló

Lo perdí todo, me perdí hasta a mi mismo.

 

Ahora levanto la cabeza,

Veo hacia delante

Y ya no queda, absolutamente, nada,

Solo una lágrima desesperada.

 

Por que  ya no puedo pedir ayuda,

Esa oportunidad ya pasó para mí.

Así que en mi soledad

Esperaré terminar de morir,

Tal vez así acabe con ésta maldito sufrir.

Que un día empezó inconsciente

Y que hoy está más latente que mi corazón

Y por esa razón

Me arrancaré el poco de vida que aun me pertenece,

Pues mi alma no merece que la cuide alguien como yo.