El poeta...
soñador y caminante
llena sus alforjas con las letras,
para dejarlas todas plasmadas
en el pergamino de sus andanzas...
Con cada paso que da pinta el camino
con la tinta de sus acuarelas
y va pincelando emociones
en el paisaje de ensoñaciones.
El poeta lleva para el viaje;
pluma, tinta, sangre en su bagaje...
va desafiando las tormentas
que golpean su alma ilusionada.
Él va rezagado entre las nubes
que se tiñen con tintes de arreboles,
fusionándose del arco iris, sus colores.
Él quiere al sol robar su estío,
para ir por los mares del olvido.
Él va coleccionando estrellas
para hacer un candil que le ilumine,
en su recorrido por las noches pérfidas.
El poeta...
busca huellas en la arena
para encontrar un amor perdido.
El poeta...
desafía tempestades,
cruza a nado los siete mares
para poder llegar a su destino.
El poeta...
construye cada verso
para cimentar una escalera
que lo lleve hasta la luna,
poder contemplar su albura
y ponerle una diadema
que realce su hermosura.
El poeta...
sus ojos nunca cierra,
no quiere que se le escapen las ondinas,
él duerme con los párpados abiertos...
por si llega anclar en algún puerto,
con sus musas y sus rimas.
Es constructor de naves celestiales,
de castillos con fantasmas medievales,
de ríos con aguas cristalinas,
de jardines con duendes y con rosas,
de olas que se impegnan sal marina,
de mariposas con alas vaporosas
que volando al azul eter, rasgan nubes.
En sus versos están todos los besos
de las princesas al principe del cuento.
El poeta...
Es amor y es ternura,
es delirio, es pasión y es locura...
El alma del poeta es inmaculada albura,
tiene un corazón que es escarlata
y por sus venas corren ríos de añoranza.
El poeta...
es mi amigo...el poeta es cariño,
es adulto y tiene en su interior un niño...
Dios lo puso en mi camino,
para alegrar mis días tan marchitos,
para abrigarme en mis noches de tormenta,
para consolarme en mi nostálgica agonía,
para prodigarme sus abrazos, cada día,
para reir con mi alegría
y llorar con mi fatiga.
¡El poeta es mi vida!
El poeta...
es cada uno de ustedes...
¡Amigos del alma mía!
Aunque nunca pinceles unas letras,
no es porque seas pobre de intelecto,
ni mucho menos, carente de sentimiento...
tienes sueños, ideales, piensas, amas
y aunque nunca un verso hayas escrito,
es tu corazón un libro abierto...
con las más hermosas rimas y sonetos,
qué jamás mis ojos hayan contemplado.
¡Tú también eres poeta, amigo amado!
Felina