QUE PECADO
¿Qué pecado cometí
el haber nacido yo
que el Destino me segó
una flor de carmesí
en cuyo prado la vi
al nacer el nuevo día,
entrando tal ardentía
-pétalos eran de amor,
aromas de dulce olor-,
que mi pecho la cubria?
EN EL CALIZ
En el cáliz de una rosa
vi una gota de rocío.
Se encendió el corazón mío.
En la penumbra forndosa
se esconde ella temblorosa,
gustando aroma brillante
de la flor que en un instante
hace gota cristalina
luciérnaga titilante.