Ese amor que compartimos
y que parecía pasión...
-yo te olvido...tu me olvidas-
y lo dejamos los dos.
Para que seguir fingiendo
con careta de alegría
que lo nuestro fué una historia
de locura y fantasía,
si por dentro nuestras almas
suspiraban letanías
por salir de estos fantasmas
que en la prisión nos tenían.
Espero que si algún día
nos cruzamos sin querer
nuestras miradas no sientan
lo que hoy va a suceder.
Me despido sin reproches
sin maletas, sin porqués;
mi alma sale vacía
de jirones en la piel.
Me siento como un jilguero
con alas sobre los pies
y quiero volar bajito
puedo volver a caer.
Pero eso será mañana
hoy tengo la solución
a ese amor que compartimos
se llama: LIBERACIÓN