alguien me dijo muy seguro
el saber no ocupa lugar
pero en vez de contestar
y ponerlo en un apuro
sonreí sin rechistar
ya que jamás ha de ocupar
el saber sitio ninguno
en el cabezón duro
que sin capacidad
niega la realidad
que el saber ocupa todo lugar
en casa humilde y con pobre mesa
el espíritu divino es resarcido
el fatuo orgullo es vencido
y el saber bien se sobrepesa
con gran banquete y gran sobremesa
los necios se hacen engreídos
hablando cosas sin sentido
y con falsas proezas su vanidad se espesa
con sencillez el amor nos besa
y con la dulzura es prendido
aquel que ha comprendido
ve que en el equilibrio la balanza pesa
las posesiones son efímeras remesas
de mentiras se nutre el engreído
la verdad todo lo tiene sometido
y el cuerpo a la tierra bien regresa
el justo con la claridad progresa
jamás se siente el perdido
y cuando se queda abatido
reflexiona y el saber lo apresa
las uvas con los pies bien se prensan
dando el mosto requerido
para el buen vino que bien bebido
saber paladeado a la cabeza le dispensa
calientes tengo los pies
y un brasero en la cabeza
mas que temer dar un traspiés
temo que agotado yo desfallezca