Hoy suenan las campanas
y titilan las estrellas en el cielo,
la vida tiene estos azules
e infinitos los retengo,
la vida tiene estos cristales:
ojos detrás de los recuerdos.
La vida te prolonga
cóncava en mis pensamientos
y te escapas tenue brisa
eco entre mis dedos.
Tu piel, allá horizonte,
una voz me llama
y me miras desde los espejos,
aunque el camino me lleve
no iré tan lejos.
No, no son rencores,
tal vez solo un estúpido sueño
que amaneció descalzo
a la orilla de los sentimientos.
Danzas en mi mente
siguiéndome tiempo,
susurras y amo
todo aquello que no tengo.
No, no iré tan lejos,
solo te guardaré camino,
huella entre mis secretos,
te guardaré latido
hasta que cobarde haya muerto.