Una vez, hace muchos, muchos años, cuando el mundo casi no era mundo… cuando el sol se ponía y la noche empezaba a cubrir la faz de la tierra… una hermosa niña vagaba por los verdes prados, recorriendo valles, subiendo por las laderas de las montañas, caminando entre los frondosos bosques.
Un caballero que solía mirarla desde lo lejos, una noche, casi al alba hacia ella se acercó y en un suspiro le robó el alma…
Siguió ella recorriendo cada uno de esos lugares con la ilusión del reencuentro… mas no volvió a verlo.
El tiempo transcurrió como siempre suele hacerlo… Tantos fueron los años que ella casi lo había olvidado…
Una noche como aquélla, cuando el mundo ya era mundo,
cuando su tez ya no era tan tersa, ni sus ojos tan diáfanos como hacía años, ni su risa tan sonora como antaño…, acertó el caballero a pasar para devolver lo que no era suyo… a devolverle el alma que él se había llevado.
Dícese que desde entonces cuando cae la noche… vaga una sombra por doquier, como un alma en pena, sin esperanzas, sin ilusión, sin sueños… tan sólo una sombra… y que desaparece al caer el alba.
ALMA
24-04-09