RICARDO ALVAREZ

MUNDO ANONIMO Y CROMATICO

 

¡ Hay que esperar ¡

Todavía hay mustios corazones

al violeta del sol apagado

Usufructuando el sudor ajeno.

Celeste de estrella en fragata

Luz de luna somnolienta

Ocaso del verde primavera en el asfalto

Ultramar azul en pálido gris, como piel del avaro

El carmesí de la rosa a la vera la mugre y la basura

El magenta de la aurora mancha su matiz

En cada pulso del semáforo

Acuarela de ocre amarillo temblando en la mezquindad

Cubre la nieve y el pasto del verano la mueca de los caudales atesorados

Blanco y negro tomados de la mano

Colgando del perchero ahorcados

El argento, se hace caudillo antes que el aire se agote.

Ojos fugaces de la noche en espera tras un sádico impulso libido

Los tapa el velo del celeste espanto

Corolas de carmesí, vuelan en tanto entre los senos y los deseos

Al rojo sangre en caravanas de fantoche.

El marrón invierno se esconde

A una mira de la Libia esperando que los colchones se ablanden

con la desnudez de la lluvia casi goteando piadosa y

el cenit de astros se corrompe bajo la calle prostituta.

La aurora sopla la paleta en acuarela

En vano fue la uva esperando ser mujer

Sin testigos se quedó la tierra y las voces sin nombre

se tejió el reflejo a lomo de la hierba

el nombre de los anónimos ciudadanos.

La hierba floreció a la sombra del tulipán rosanegro

Sin rubor ni celos

El río se pinto de gigante océano

Para disfrazar la apatía urbana

El espejo se limitó al reflejo y

La anarquía de la pulpa carnal se adueñaba de la noche

Mientras el rumor de la luna callada  y en silencio

Guardó la esperanza

Que el milagro del sol

Abriera los portales de los siglos

Y la voz de las raíces profundas dijeran:

Mañana será distinto.