Miguel Eduarte

Coleccion de Recuerdos

Muchos días han pasado,

mil personas se han cruzado

son rostros y nombres que han dejado

su huella imperecedera en mi.

La alegría esta simplemente allí,

en aquellas reflexiones

de lo que un día fui y viví,

pero ahora el tiempo ha pasado

y las historias cambiado

justamente por eso descubri

que no se puede crecer en la vida

sin abandonar algunas utopías.

Es por eso que hoy río,

viendo ese largo camino

en los que mis pies dejaron huellas

y aquellas almas,

que aunque no quieran,

soy parte de ellas,

 y si el olvido llega

seguiré siendo el que fui

el que soy, siempre me ofrecí.

De lo malo hago fiesta

celebro con vino el olvido

y el cariño de ella, la traición,

el abrazo y el beso divino

son partes innatas  del amor.

Los buenos amigos nos muestran

a ver mas haya de la tormenta

y todas las cargas llevadas a cuestas

compartidas  alivianan el dolor.

Comprendí que para ser agudo

necesitamos  el infortunio,

dejar los tontos orgullos

para reconocer lo bueno,

y lo malo envuelto en canto.

Lo dulce no sabe tan bien

sin probar lo amargo  del llanto.

El perdón practicado libera,

y el odio guadaño destruye,

son  elementos consagrados

que en el río de la vida fluyen.

Aprendí a abandonar el pasado

para llenarme de cosas nuevas.

No se disfruta la vida bella,

sin haber llorado también.

Por eso río y celebro ¡Que bien!

porque perdiendo ¡Gané!

y otras veces ganando !Perdí!

pero aquí estoy y aprendí,

así como  también disfrute.

¿Y quien en esta vida puede reconocer

las semillas que germinan en felicidad

sin primero probar de sus frutos y tropezar?

¡Son las experiencias  que moldean el ser!


Miguel Eduarte