Hay virtudes que nacen con el rocío ,
se distinguen por su aroma y su fragancia,
inflaman corazones
y enternecen las miradas.
Hay otras que viajan con la brisa que sopla desde el sur por las mañanas,
son elegantes,
distinguidas,
refinadas,
Pero hay una que crece en las cumbres nevadas de las montañas
y baja por las laderas más espinosas y escarpadas
y en su rodaje,
va adquiriendo la templanza del acero y la dureza del diamante,
no es popular,
es adusta,
es guerrera,
Como espada de dos filos es cortante,
firme,
paciente,
pocos son sus amigos,
casi ermitaña,
Algunos la llaman tenacidad,
pero su nombre es
PERSEVERANCIA